R.O.P. :::Turning outside the inside feel:::

Thursday, November 02, 2006

Flashback 08: Kaput / Sigo Humano

Esto ocurrió hace como tres semanas. Era un dia viernes... el primer día viernes en el cual salía a un ritmo cancino del laburo porque era el primer fin de semana que no viajaba a viña a ver a la Perla del Labuán, mis viejos y al mar en alrededor de mes y medio, o algo así.

En el metro conversaba animadamente con una colega de otra sección y por el calor reinante nos bajamos del metro una estacion antes de lo que nos convenia, pa caminar y no andar tan acalorados y sopeados como pasaba al interior de los endemoniados carritos azules del tren subterráneo.

Así, al aire libre por la Alameda a la altura de Plaza Italia, caminamos con dirección al ya semidestruido Diego Portales (el edificio, claramente), cuando casi frent, frente a la entrada principal del otrora gran edificio de conferencias, con mi compañera, sentimos un ¡¡KRACK, TOMP!!!, como si una bomba tronara a tan solo pasos de nuestra caminata.


Nos miramos, volteamos y caminamos hasta quedar por fuera de la reja de un edificio, donde en pleno patio... a vista y paciencia del mundo, a meros pasos y metros de nosotros y de los curiosos que pasaran por al acera, un cuerpo de varon de unos 20 y pico años, totalmente destrozado, hecho bolsa, yacía inerte tras caer desde las alturas, probablemente en un acertado intento de suicidio.

Cuático, lo primero que hicimos fue llamar a nuestro medio y despachar, ademas de sacar fotos que a mas de un paco irritó - cuando aparecieron, obvio- y tratar de sacar algun dato sobre el hecho, todo en medio de ya decenas de curiosos que se arrebuznaban tratando de ver qué pasaba y despues del morbo de si el finado estaba quebrado entero o no.

La cosa, que... pasados unos 40 minutos llegué a mi casa. Bajé las fotos y las mandé al editor de turno. Una vez finalizado el trámite, me laventé de mi asiento, entré al baño, me mojé la cara y tras cerrar la llave, alcancé a moverme al wate pa vomitar dos y tres veces.

Por mi pega, habia visto muertos, atropellados, quemados y personas con enfermedades extrañas... pero nunca un suicidio, de tal magnitud había acontencido a pocos metros de mi, en los precisos instantes que pasaba por ahí.

La macabra imagen se me seguía repitiendo y antes de poder salir a juntarme con unos amigos a una maratón de "Lost", creo que volví a vomitar dos o tres veces más... me tiritaban las manos y recordaba el masiforme cuerpo sobre el duro cemento capitalino... y yo reporteando.

Era uno de esos momentos para los cuales uno se prepara como periodista en terreno... reaccionar en el momento preciso... y, con falsa modestia, reaccioné - junto a mi compañera- como dicta el manual... pero cada vez que me toca una cosa asi... despues como que mi cuerpo nunca logra acostumbrarse.

Me pasó cuando me tocó hacer el reportaje de una niña de villa alemana con xeroderma pigmentosa, quien ya sufría de cancer en toda su piel, porque su codigo genético no le permitia a su dermis regenerarse adecuadamente tras recibir los rayos ultravioleta e infrarojos de la luz... cuando luego de profitar de eso, saludo de por medio, abandoné el humilde hogar emplazado en una de las poblaciones más perdidas de Villa Alemana, al interior de la Quinta Región, me senté a llorar desconsoladamente por tener que hacer pasar a familia por una cosa mediática como ella.

En esta ocasión fue similar, pero la sensación no fue de pena ni de buitre, sino de asco, pena total... como que nada ya importara... ver a alguien quitarse la vida delante tuyo... no se lo doy a nadie...de todas maneras, mi reacción de shock la agradezco, hay alguien humano, creo, dentro de este eslabon entre la gente y los hechos.

No obstante, hasta el dia de hoy, aun tengo flashes con lo visto... y ruego por el hecho que ojalá nadie pase por lo mismo.